RELATOS OSCUROS
Relatos oscuros, para leerlos con la luz encendida
Hay cuentos que no iluminan. No buscan consuelo ni respuestas. Relatos oscuros que no necesitan gritar para incomodar, solo abrir una grieta por la que entra algo desconocido.
En esta parte de la biblioteca habitan las historias que caminan despacio, en silencio, por pasillos mentales mal iluminados. No siempre hay monstruos; a veces basta con una decisión, una omisión, una mirada que no debía estar ahí.
Aquí lo oscuro no es necesariamente sobrenatural. Es cotidiano, posible, plausible. Un error, una culpa, una verdad que no se dijo a tiempo. Un personaje que toma un camino y no puede volver.
Estos relatos no ofrecen miedo inmediato, sino ecos que persisten. Y a veces, más que miedo, siembran algo peor: duda.
Léelos con calma. Lo inquietante no está en lo que pasa, sino en lo que insinúa.
1 artículos